Parado con su 45, su gorro cowboy y su relojnmira la hora a lo malo, el ceño fruncido, todo un señor.nSe comenta en el pueblo, tenía más vidas que un gato siamés,nnunca se encuentra en problemas, acompañado de su amiga fiel.nnLas muchachas del pueblo sueñan con robarle el corazón,ny a él, que tanto le cuesta, siempre aprovecha la ocasión;nmontado a su pingo cabalga la senda de la oscuridad,ndel faso, el alcohol, las mujeres, y sobre todo del azar.nny suele jugarse la vida al póker con la muerte, partida y revancha,nno necesita el bueno, siempre la gana con esperanza,ny con la calidad del buen jugador ganaba dandole changüí,ny con las chirolas ajenas recorria los bares de por ahí.nnNunca supo bien lo que era respetar la mujer del prójimo,ny si alguien se retobaba, de toque sabía que era el próximo.nHasta que un día un tío se enfadó, y el cargador le vació,npor supuesto fue de espaldas, nadie era más rápido que el señor.nnNo se recomienda caminar por la calle principalndel pueblo de valientes vaqueros, donde él solía habitar,nporque no se sabe si su alma enfadada aún ronda por ahí,nlo que sí se sabe es que a él y su sombra nadie podrá combatir.nnPorque solía jugarse la vida al póker con la muerte, partida y revancha,nno necesita el bueno, siempre ganaba con esperanza,ny con la calidad del buen jugador ganaba dandole changüí,ny con las chirolas ajenas recorria los bares de por ahí.