El ultimo dia en la vida de Adan Garcia
lo halló como todos los otros de su pasado: soñando ganarse el Gordo en la Loteria,
los hijos y la mujer durmiendo a su lado.
Adan salió de su casa, al mediodia,
después de una discusión muy acalorada:
su esposa queria pedirle plata a los suegros,
y Adan besaba a sus hijos mientras gritaba:
Esto se acabó, vida.
La ilusión se fué, vieja,
y el tiempo es mi enemigo.
En vez de vivir con miedo,
mejor es morir
sonriendo, con el recuerdo vivo.
Por ultima vez entró en la tienda del barrio
y ahi le fiaron un paquete de cigarrillos.
Por la Avenida Central lo vieron andando,
sin rumbo, las manos dentro de los bolsillos.
Desde que a Adan fue botado de su trabajo,
dijo un vecino,
noté en su forma de ser un cambio muy raro.
él, siempre muy vivaracho,
ahora andaba quieto.
Pero en la tranquilidad del desesperado.
Dice el parte policial
que Adan llegó a un Banco
y le gritó a la
cajera que le entregara t
odo el dinero que ella en su caja tuviera
y que si no lo hacia pronto, él la mataba.
El hombre me amenazó con una pistola,
dijo una doña, por eso
es que le daba lo que él quisiera.
Por la clase de salario
que aqui me pagan
no voy a arriesgar la vida que Dios me diera.
Cuentan que al salir Adan corriendo del Banco
se halló con una patrulla parqueada al frente;
que no le hizo caso al guardia
que le dió el Alto;
que iba, gritando y sonriendo como un demente.
Al otro dia, los periódicos publicaban
la foto de su cadaver en calzoncillos.
La viuda de Adan leyó, en la primera plana:
Ladrón usaba el revolver de agua de su chiquillo.
Esto se acabó, vida.
La ilusión se fué, vieja.
El tiempo es mi enemigo.
Y yo, pa' vivir con miedo,
prefiero morir sonriendo,
con el recuerdo vivo.